EL COCODRILO
Es el nombre de un bar. Un amplio bar con salón de celebraciones en La Mosca. Así se llama el sitio donde está. Un barrio castigado primero por las riadas del Jaboneros (un río que no es río, un arroyo que tampoco lo es y un caudal desbordante cuando llueve) y después por una maldita autovía que les cruza por encima. El autor del proyecto no tuvo mejores ideas que poner un viaducto justo justo por encima del barrio. No pasa nada, coches y camiones por la autovía, pero es molesto, "cuando menos molesto", volveremos a citar a Borges. La Mosca tiene peculiaridades, hay por ejemplo un cante que se llama… ¿cómo se llama? Bien es un cante especial y propio del sitio. En realidad es propio de toda la cuenca del Jaboneros hacia arriba, pero no hay mucha población, salvo en La Mosca, en un sitio tan lóbrego, cuando toca, tan florido y verde cuando llueve, tan salvaje en definitiva, tan abrupto. Porque es todo monte hacia arriba. Pasada La Mosca, si se sube por las escasas riveras del arroyo, hay almendros, olivos y sobre todo tomillo, hinojo, romero, lavanda y mucha maraña, y todo ello a los piés del San Antón, que ahí es nada. Con la humedad del otoño o del invierno vienen los espárragos. Qué planta. Muerta todo el verano y caen dos gotas, se pone verde y encima crecen tallos nuevos que bien cocinados son de lo que no hay. Hay que buscarlos y encontrarlos. Parece que todo lo bueno se esconde. Los espárragos trigueros, también. La Mosca, que era a lo que íbamos al principio, es un lugar pequeño (¿quizá su nombre responde a ello?) humilde y fundamentalmente autoconstruido. Es decir las casas del barrio fueron hechas con el esfuerzo y sudor, y los ladrillos y la cal, de los que las habitan. Y ahí está EL COCODRILO. En un buen supuesto uno tendría la impresión previa de que va a un sitio de música country en pleno centro del estado de Misuri, pongamos por caso. Pero no. Falta la música Country. Por lo demás, el local es parecido a cualquier lugar de esos que aparecen en las películas americanas de carretera. Más mierda, sí, pero parecido. Buen café, cerveza de botella y mucha gente del barrio que entra y sale, que pide y no pide, que pide que les fíen y no les fían, que busca nada y no lo encuentra, que está y no está pero que siempre saluda al que entra, aunque no sea conocido, como es mi caso.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home